EL TIEMPO LO CURA TODO

Si hay algo que realmente no cura....es el tiempo. Tal vez, la interpretación tan a rajatabla de un dicho, sea excesiva. El tiempo ayuda al cerebro a guardar en cajones difíciles de acceder a aquellos eventos tan fuertes y duros de nuestra vida que sería casi imposible seguir viviendo si los tuvieramos presentes a cada instante de nuestro andar cotidiano.

Nuestro cerebro nos trata de proteger. El tiempo no borra el recuerdo, pero junto con nuestro cerebro nos permite que aquello que tanto daño nos hizo, que casi nos mata, sea vivido de una manera más "amortiguada", más tolerable. Quienes perdieron un hijo vivencian algo que va contra cualquier regla de la naturaleza: Los padres mueren antes que los hijos. Por ende, si hay algo que no se olvida jamás es la muerte de un hijo. Pero así sucede... y toca seguir viviendo. No hay atenuante.

La perdida de padres, abuelos, hermanos, esposos, puede ser muy dolorosa también. Pero para ello estamos un poco más preparados. Tanto así que nuestro cerebro se da el lujo de hacer de esos muertos casi santos o personas de culto, recordándolos hasta con alegría por lo vivido con ellos.

Son los que llamo "Ciclos cerrados".

 Junto con la mayoría de los desamores y otras pérdidas no tan graves, éstos ciclos empiezan, se desarrollan y llegan a un cierre que nos permite seguir viviendo. Con cicatrices, sí, pero con proyectos también. Los psicólogos no estarían de acuerdo conmigo en lo siguiente: Se puede superar la muerte de un hijo? Se puede definitivamente superar el abuso infantil? Se puede superar el más absoluto abandono de un niño? Parecería que sí, ya que la mayoría de las personas que pasan por éstas desgracias siguen viviendo....Lo que sucede es que también las cicatrices que dejan son tan profundas que nos transforman en discapacitados, sobre todo afectivamente. Tal vez podamos funcionar socialmente o laboralmente, pero si bien estará escondido en un cajón oculto del cerebro y no lo veremos fácilmente, habrá cosas que serán muy difíciles de lograr como por ejemplo una relación personal saludable.

Lo que es cierto es que el tiempo ayuda, nos ayuda a sentir un poco menos de dolor. No mucho más que eso.